miércoles, 19 de octubre de 2011

MURIÓ LA "NENA JIMÉNEZ":LA REINA DEL CHISTE VERDE



Cuando era joven, Rosa Helena Jiménez, más conocida como 'La Nena', era una muchachita coqueta y enamoradiza. Al menos eso pensaba su madre, una mujer conservadora antioqueña que pensó que lo mejor para que su hija dejara de alzarse la falda por ahí era internarla en un colegio de monjas.

Pero en vez de estudiar y obedecer las órdenes de las religiosas, 'La Nena' se dedicó a inventarse apodos y a burlarse de las monjas. "Había una tan flaca que tenía mas carne un mico en la cadera", solía bromear Jiménez cuando recordaba esta experiencia.

Con ese desparpajo y sinceridad, 'La Nena' comenzó a forjar una carrera que la convirtió en una de las comediantes más importantes del panorama nacional, al punto de que sus compañeros consideran que fue una pionera en el género.

Pero esa voz picante e irreverente desapareció, ya que después de pasar varios meses con graves problemas de salud, la comediante falleció en su casa en Chía. Según comentó su hijo, Juan Estebán Chavarriaga, todo empezó con una lesión en la cadera.

"Luego tuvimos que ponerla en una silla de ruedas y ahí nos dimos cuenta que también tenía sordera. Después, llegó el alzheimer", agregó Chavarriaga.

Sin pelos en la lengua
Cuando se menciona el nombre de 'La Nena' Jiménez, lo primero que se viene a la cabeza son sus chistes verdes, aunque a ella no le gustaba mucho esa clasificación. "¿Verdes mis chistes? Una vez un cura me dijo que el humor y un 'madrazo' no tienen pornografía", comentó en una ocasión en una entrevista con EL TIEMPO.

Pero su mérito no solo estaba en ese humor obsceno, casi prohibido para algunos. Su gran virtud fue abrirle las puertas a toda una generación de comediantes. Al menos eso considera, Fabiola Posada, 'La Gorda Fabiola', amiga de 'La Nena'.

"Ella se inventó un estilo propio. Creó su propio lenguaje en los chistes, por ejemplo, decía palabras como 'pingüiñoño' para referirse al miembro viril", recuerda Posada.

Y a pesar de que su humor era picaresco y brutalmente honesto, Jiménez siempre fue una persona muy religiosa. "Podía terminar un 'show' a las 2 o 3 de la mañana y no se dormía sin rezar el rosario. Recuerdo que solía decir: 'Que madruguen los vendedores de periódico'", comenta el comediante Pedro González, 'Don Jediondo'.

El mismo González se ha dedicado a recordar la obra de 'La Nena', parodiando sus chistes en el programa radial 'La Luciérnaga'.
"Ella es la mamá de los humoristas colombianos. Yo destacó de La Nena su inquebrantable memoria y su capacidad de improvisación. Si de pronto en algún teatro a alguien le daba por gritarle algo, ella siempre tenía con qué responder", dice González, quien conoció a Jiménez en 1998, cuando realizaban, junto a Enrique Colavizza y 'Jeringa', 'La noche verde'.

"También comenzó con esa moda de grabar sus chistes para sacarlos al mercado. Lo que hacen ahora los comediantes de sacar sus rutinas en DVD, lo empezó a hacer ella con Discos Fuentes hace muchísimos años", agrega Posada.

Justamente fue con los casetes que su nombre y sus chistes se popularizaron por completo. Hoy, inclusive, su voz áspera y sus términos rebuscados se pueden encontrar digitalizados en Youtube.

Pero el lugar donde encontró a sus más grandes amigos fue el programa 'Sábados felices', donde se encargaba de hacerle la prueba de audición a todo aquel que se consideraba lo suficientemente gracioso para subirse a la tarima.
"En 1990, 'La Nena' fue la que me hizo la audición para entrar al programa. Fue bastante duro, ella era una mujer bastante exigente porque buscaba darle un gran estatus a la profesión de humorista", comenta el comediante Juan Ricardo Lozano, también conocido como 'Alerta' o 'El Cuentahuesos'.

Y esa fuerte exigencia también se la aplicaba a sí misma. Así lo recuerda 'Don Jediondo', quien relata que en una ocasión, antes de un evento en Isla Margarita, a 'La Nena' le comunicaron desde Estados Unidos que su hijo, Álvaro Diego, se había muerto. "Esa noche hizo el mejor 'show' de su vida. Otra persona hubiera cancelado, pero ella dijo 'El público no tiene la culpa'. Y ese público la aplaudió enloquecido durante cinco minutos", agrega el humorista.

En otras facetas, sus compañeros rememoran que era una mujer muy elegante, a la que le fascinaba vestir bien. "Era una señora muy pinchada, mantenía llena de joyas. Así se parecía a Pastor López", bromea 'Don Jediondo'.

Pero quizás la cosa que más amaba eran los animales. A tal nivel llegaba su cariño, que según 'Don Jediondo', cuando vivía en el barrio Cedritos, de Bogotá, llegó a tener hasta cuarenta perros.

"A 'La Nena' le gustaba recoger los perritos de la calle y alimentarlos. Yo creo que los quiso más que a ella misma", dice 'La Gorda Fabiola'.

Se podría resumir entonces que Jiménez rompió esquemas, abrió puertas y sonrojó a más de uno con sus chistes. Pero para sus amigos y colegas, su legado está más allá, está en haberles enseñado que la comedia es un oficio que se toma en serio.
"Todos aprendimos de 'La Nena', todos nos copiamos de ella, todos contamos sus chistes. Pero nunca igualamos el nivel al que llegó. Ella era única", remata Posada.



Una imagen en honor a la Nena Jiménez







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